La información, el poder y las animadoras

Como comentabais ayer, lo de Operation: BOA era una misión un poco imposible. Además, cuando dejamos el canal de irc #operationboa, había unos doscientos nicks. Con ese material y con la seguridad de la web de todo un banco, no hay manera. Para los sedientos de sangre, otra vez será. Para los demás, tranquilos, que todo ha terminado sin heridos.

También queremos hablar de un par de cosas, por si acaso no han quedado claras. En primer lugar, este blog no promueve ataques informáticos. Si así fuera, al menos no lo firmaríamos. No somos anónimos, ni tampoco idiotas. Salvando animadoras es una plataforma para informar en español sobre ciertos temas que los medios de comunicación se olvidan de convertir en titulares. Intentamos dar la máxima difusión posible a hechos que no se ven si no se rasca un poco, y tendemos puentes entre nuestros lectores y lugares tan profundos, oscuros y desquiciantes como el foro /b/ de 4chan (por cierto, parece caído ahora mismo), el canal irc de Anonymous o los despachos de la Embajada americana.

Activismo

En segundo lugar, ofrecemos nuestro punto de vista sobre lo que vemos y tomamos partido. Lo hacemos porque no podemos evitarlo. En este momento hay una guerra. El euro sufre continuos ataques especulativos en medio de un fuego cruzado entre Estados Unidos y China que, sin que se note, domina el mundo, e impone un modelo ultraliberal en lo económico y de intervención política extrema. La religión vive, al contrario de lo que creemos, un momento álgido, con multitudes de fanáticos esparciendo odio y teocracias en lugares lógicos e insospechados (Arabia Saudí, Israel, Gaza o Estados Unidos). Las multinacionales dictan las leyes que ratifican los parlamentos sin rechistar. Nuestros derechos vuelan por decreto a capricho de los poderosos y el Estado salva a los bancos que desahucian a los ciudadanos. Por cierto, seguimos en estado de alarma. Para colmo, Estados Unidos, supuesto bastión de la democracia, intenta acabar con uno de los pocos medios de comunicación que no sirve, que sepamos, al sistema.

Pero sistema no es la palabra. El sistema es una pantalla para que personas con nombres y apellidos  hagan todo lo posible para que lo que no les interesa no exista. Gente que no se nota, que se cuida muy mucho de salir a la luz pública. Lieberman, Biden, Clinton y Obama son menos reales que los niños de South Park.

No queremos dominar el mundo. Para eso está Google. Pecando de ingenuidad o de prepotencia, diremos que solo queremos hacer visible lo invisible.

Con esta declaración de intenciones, manifiesto, lista de deseos para 2011, carta abierta o manual de buenas prácticas, dejamos por el momento la nave, seguros de que está a buen recaudo. En la próxima entrada volveremos al Cablegate. Hay un documento que nos pone los dientes largos.

Acabamos con una oferta que no podréis rechazar.





PS: "Es un judío de Nueva York, un loco intelectual del comunismo."

¿Eins?

Sobre las animadoras

¿Quién no quiere salvar a una animadora?