WikiLeaks, Umberto Eco, Anonymous



Los mercados no existen, aunque hay quien dice haberlos visto. Escribía Umberto Eco en el diario Libération, a propósito de WikiLeaks, que lo que escriben los servicios secretos de un Estado cualquiera se compone tan sólo de recortes de prensa. Nada nuevo bajo el sol, cualquiera que lea los periódicos conoce las fiestas de don Silvio, que Putin controla Rusia, que el Gobierno de Karzai es un pozo de corrupción, que Pakistán apoya soterradamente a los talibanes o que el sol se pone por el oeste. Como siempre, el señor Eco se queda en la superficie, en lo anecdótico.

Es cierto que hay suculentos titulares en las palabras de un embajador sobre los próceres del país que le acoge. Dicen que, cuando Hillary Klingon llamó al Ministerio de Exteriores de uno de los países interesados, le contestaron que no se preocupara, que tendría que oír lo que ellos dicen de ella cuando no está. Otra vez lo superfluo. Y va dando ya un poco de asco.

El vídeo Collateral Murder (y 2) también habla de anécdotas. Anécdotas como la de José Couso, asesinado por soldados norteamericanos, y el apoyo de nuestro Gobierno a su familia, con la Vicepresidenta a la cabeza, cesada hace poco, justo antes de conocerse que medió, según el embajador de Estados Unidos, para que la causa contra los asesinos del cámara no perseverase. O como la del soldado Manning, encarcelado por revelar la verdad.

O la de Baltasar Garzón, un juez muy querido por nuestros socios, que encausó a Pinochet (gran adalid de la democracia que debe mucho a Henry Kissinger), y que tiene nada menos que tres causas abiertas en España. Nos preguntamos si la información que falta por publicar dará algún dato sobre las causas contra el juez centella.

Alguien decía hace muy poco en un blog del diario Público que el periodismo tal y como lo conocemos sirve para crear consenso entre la elite y el pueblo, y que este periodismo sin padre ni madre, sin patrocinio, con donaciones, estructura y fuentes muy anónimas a pesar del soldado Manning, es un peligro para esta democracia de consenso que nos ha tocado. Parece que al autor le gusta la idea, lo cual no deja de ser un brindis al Sol (cómo me gusta esta frase), si no un contrasentido, en un periódico que día sí y día también repite las consignas de la Moncloa.

Fil haraka baraka, dicen los árabes. Por cierto, ha empezado Operation Avenge Assange. Que Dios pille a Paypal, a la Interpol y a las dos amigas de Julian confesados.

Como dicen Ralf y Florian, Interpol und Deutsche Bank, FBI und Scotland Yard.
¿Eins?

Sobre las animadoras

¿Quién no quiere salvar a una animadora?
    Comentarios

2 comentarios :