En la redacción de este blog no salimos de nuestro asombro. Resulta que uno de los asistentes a la ya famosa reunión navideña de Álex de la Iglesia con los llamados internautas (eso tiene gracia) tiene una propuesta alternativa sobre la Disposición Final Segunda de la Ley de Economía Sostenible, la llamada Ley Sinde. Leed el relato de todos los interesados. Es como una partida de Cluedo:
Esperamos que hayáis disfrutado tanto como nosotros. Todo un culebrón. Es que ni el condón de Assange. Falta por pronunciarse Ignacio Escolar. Ya lo hará, y enlazaremos. Suponemos que ya conocéis al culpable. O no. Aquí tenemos una opinión propia. Las acusaciones de manipulación, falta de transparencia, casi de traición de casi todos los demás protagonistas sobre David Maeztu son totalmente fundadas. Añadimos otra, no por hacer leña del árbol caído, sino por inevitable. Maeztu escribe muchísimo peor que el resto, y eso sí es imperdonable. Lo sentimos, pero tenemos limitaciones físicas, bueno, repulsión, ante este tipo de textos. No sabemos de quién es la culpa, pero a este señor nadie le ha enseñado el punto y seguido. Un verdadero suplicio. Para escribir, hay que haber leído. Pedimos perdón por enlazarlo, pero había que conocer su versión. Sin embargo, como en la segunda parte de El padrino, nada es lo que parece. El verdadero enemigo no es el, por otra parte, abogado con buenas intenciones (un contrasentido, pero esa es toda su defensa).
David Maeztu, abogado riojano que, dice, actúa solo en su propio nombre, ha entregado una variante a la ya famosa y agonizante ley. Su lógica es que, como la ley va a salir sí o sí, es deseable que, teniendo en cuenta los intereses de las partes implicadas, al menos no muerda tanto. Compartimos las críticas de Ricardo Galli de que la propuesta incluso empeora la anterior en ciertos aspectos. También las del email que David Bravo envió a Álex de la Iglesia para que la Ley Sinde no se aprobara o se aprobara con todas sus fealdades y costuras para que la gente pudiera ver al verdadero monstruo y tumbarlo.
Lo que nos llena de una mezcla de confusión, pena y extrañeza no es que un abogado, en su tiempo libre, se arrogue en legislador y trate de construir una redacción alternativa y maquillada de la Ley Sinde para regocijo de una de las partes interesadas. Lo peor es que este abogado no habla con los representantes de la voluntad popular. David Maeztu no presenta su propuesta en el Senado. Ni siquiera habla con la cineasta González-Sinde, al fin y al cabo miembro del Gobierno. Le da su texto nada más y nada menos que a Álex de la Iglesia, que él ya montará una pantomima de negociación y llevará los supuestos resultados a su amiga y antecesora en el cargo en la Academia de cine. ¿Quién es Álex de la Iglesia? No vimos una papeleta con su nombre en las últimas legislativas. Suponemos que es una de esas fuerzas de la naturaleza que andan sustituyendo últimamente al llamado Estado de Derecho. ¿Hilarante?
Es más, me pregunto si puedo yo, Luis Ramos, llevar mi propuesta al Senado esta tarde, mientras me tomo un café con la ministra. Seguimos con Coppola. "Mira, te traigo mi propuesta para el tema de la ley con el nombre de tu abuela. Lo he consultado con la mía, y aquí la tienes. Esta es mi oferta. Nada. Nos vas a pagar a todos la conexión de banda ancha. Desde ahora corre de tu cuenta. Vitalicia. Como tu pensión por ser elevada a dedo a máxima autoridad cultural en este país justo después de firmar Mentiras y gordas." Eso no sería serio. Pues bien, también parecería una broma si tuviera gracia que, en fin de semana y por debajo de la mesa, otro hiciera lo mismo.
Viva el amor. Vivan los derechos de autor.
Viva la negociación subterránea. Viva la injerencia foránea.
Sobre las animadoras
Muy Bueno el Post si señor.
ResponderEliminarUna cosilla, si pones wordpress queda todo mas elegante enserio, hay sitios para trasnformar blogger a wordpress , yo tengo wordpress y es una maravilla, te lo recomiendo