Un glosario y una guillotina



Prócer legendario.
Lo prometido es deuda. Hoy, día mundial del regreso del hijo pródigo, nos hemos desayunado con una jugosa entrevista al señor don Fernando Moreno Piñero, así, con rima asonante, licenciado en Derecho, en Ciencias políticas y en Sociología (aquí no hablamos de indocumentados) y, es más, director del Instituto Internacional Cuatrecasas, que se dedica a la estrategia legal en recursos humanos (qué hacer para despedir sin pagar), nada menos. Si nos conocéis, sabéis que habrá sangre.

Al grano. Este paladín del mercado laboral bien temperado fue invitado anteayer por la FADE, es decir, la Federación Asturiana de Empresarios, a una jornada destinada a analizar «la situación en que queda la negociación colectiva tras la última reforma». De paso, concedió una jugosa entrevista a La nueva España, que no podemos sino enlazar, y que este medio de comunicación titula con una cita de nuestro gurú de la microeconomía:

«El coste de los despidos no es el problema de la economía española»

Observaciones de un multilicenciado
 
Hemos hablado de carnaza, conque no os dejéis engañar por el titular. No puede estar más deslocalizado, y os aseguramos que el tres veces licenciado Piñero no ha negociado varias reformas laborales en nombre de la CEOE obviando el coste del despido. Eso sí, leed la entrevista, que las fuentes originales son el bien supremo. O bien abrazad el Lado Oscuro con estas jugosísimas citas fuera de contexto. En cada una de ellas, marcaremos términos cuya definición ofrecemos un poco más abajo en un pequeño y juguetón glosario. Pinchad, pinchad, malditos:

«Durante los últimos veinticinco años, bien sea por leyes o por acuerdos sociales, se habló de la flexibilidad externa, o sea, cómo se contrata y cómo se despide. Y teníamos una asignatura pendiente, que es la flexibilidad interna: cómo puedo cambiar en la empresa las condiciones de jornada o de salario
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«Actualmente en España el despido de 45 días, con un máximo de 42 mensualidades, significa 1245 días de indemnización, mientras que la media europea está en la mitad.»
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«–(...) la seguridad jurídica, que es lo que piden los empresarios.

–¿Seguridad jurídica?

–Es decir, en un expediente colectivo, no individual, existe en España una cosa que no existe en ninguna parte del mundo, que se llama autorización administrativa. El director provincial de Trabajo tiene que autorizar al empresario que despida y esto no pasa en ninguna parte del mundo. Lo que se pide es que el empresario pueda tomar la decisión y que el juez lo controle.»
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«Entonces, las empresas siguen utilizando la contratación temporal debido a que no saben cómo van a responder los jueces
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«Me da la impresión de que un inversor extranjero que venga a España es posible que piense que el PP le puede dar más confianza de futuro, ya que están dispuestos a afrontar más reformas
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«También hay que destacar la valentía que tuvo el último Gobierno socialista, sobre todo el ministro de Trabajo, a la hora de afrontar reformas que no se habían afrontado en España en los últimos treinta años. En el último año hubo más de once leyes que afectan al mercado laboral, que se dice pronto.»
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«Pues bien, mientras nosotros tenemos el 21 por ciento de paro, el que nos sigue es Portugal con el 15 por ciento, y allí han bajado los salarios un 3,5 por ciento. Irlanda, con el 12 por ciento de paro, bajó los salarios un 2,5 por ciento y Grecia lo mismo con un 14 por ciento de paro
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«En España, debido a que hemos vivido una burbuja económica, nos hemos creído más ricos de lo que realmente éramos y todavía nos seguimos comportando, de alguna manera, como si fuéramos ricos y continuamos aumentando los salarios
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«–Si se bajan los salarios también desciende el consumo.

–Pero se pueden contratar más personas.»
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«–Sin demanda baja la producción.

–No. Brasil, por ejemplo, está dando incrementos salariales del 9 por ciento con productividades del 11 y del 12 por ciento, mientras que en España estamos dando incrementos salariales del 2,6 por ciento con productividades de menos de un 1 por ciento.»


Glosario 

Para entender bien a este filántropo debemos sopesar el significado de los términos que utiliza. Las animadoras, como siempre, reparten sabiduría a diestro y siniestro:

Burbuja económica. Proceso en el que se hace rico quien no debe, provocando la justa venganza del verdadero rico.
Confianza. Seguridad de que la mano de obra será más barata, en flexibilidad interna y externa, que en China.
Consumo. La zanahoria del asalariado que, más que consumir, tiene la ilusión de hacerlo. Depende de la oferta publicitaria. 
Contratación temporal. Valle de lágrimas de cualquier empresario, que ve cómo los pobres trabajadores pierden su empleo al terminar su contrato y no puede prolongar su manutención por un coste del despido tal que podría dejar a sus propios hijos, futuros próceres de la sociedad, sin curso de verano en Georgetown, lejos de Aznar y de Dios.
Flexibilidad externa. Dícese de las facilidades que los españoles de bien debemos dar al emprendedor para que se quite de encima el endémico lastre de vagos desagradecidos.
Flexibilidad interna. La inquebrantable gratitud del trabajador por seguir comiendo de la mano del empresario. Incluye la bajada del sueldo, el aumento de la jornada laboral y el derecho de pernada si es preciso.
Inversor. Individuo o empresa que, mediante un sencillo balance, decide en qué país las condiciones laborales y tributarias son más flexibles, embriagado por rumores de un paraíso donde podrá adquirir esclavos en las plazas.
Juez. Cruce entre un bolchevique y un isótopo de uranio, tan inestable que su comportamiento en un juicio por despido improcedente es imprevisible y no tiene por qué ajustarse al buen criterio del creador supremo de riqueza.
Media europea. Aplíquese siempre al coste del despido, no a los salarios.
Mercado laboral. Lo que fue la Isla de Gorée para Estados Unidos, pero en la fabulosa aldea global del iPad.
Paro. Porcentaje, sobre la base de la población activa, de sujetos indignos e ingratos que no conocen el esfuerzo ni la flexibilidad interna.
PP. Partido que transmite confianza.
Producción. Volumen de bienes y servicios ofrecidos por una empresa. Como en el caso del consumo, no obedece a las leyes del mercado (la demanda está sobrevalorada), sino a los rumores y la especulación, mucho más fiables.
Productividad. Diferencia entre el coste de un contrato de trabajo y la plusvalía. En el caso de los directivos, suma.
Reforma. Esfuerzo que hace el político para demostrar a la banca y a los inversores que han hecho los deberes y que por fin hemos vuelto a la Edad Media.
Rico. Líder por nacimiento que mira con curiosidad los desesperados intentos de sus súbditos para llegar a fin de mes.
Salario. Mal necesario. Parte del capital destinada a que la maquinaria no se rompa.
Seguridad jurídica. Comportamiento de los jueces según el buen criterio del empleador, verdadero creador de riqueza y descubridor de los niños perdidos.
Socialista. Valiente reformista que, precisamente por su origen sindical, por venir de la masa desagradecida que se rasca mientras los próceres la alimentan, busca arrepentido la confianza.


La sentencia

Por todo ello, por lo que ha hecho y lo que hará; por negociar reformas laborales al mando del ejército de leguleyos psicópatas de la CEOE; por asesorar a las empresas sobre cómo escurrir el bulto a la hora de echar gente a la calle como si sacaran la basura; y encima decirnos que nos creemos ricos y que nuestra productividad es de un uno por ciento mientras los ejecutivos esnifan primas pornográficas en los servicios de restaurantes de lujo como si vivieran la euforia de los alegres años ochenta, declaramos a Fernando Moreno Piñero enemigo de las animadoras, de la humanidad y del bien en términos absolutos, y le recomendamos que adquiera una guillotina en Ikea, proceda a su montaje y la utilice en soledad con la parte de su cuerpo que más le apetezca:


Otra muesca en el revólver. Viva el mal.

PS: Las animadoras, si duermen, duermen con un ojo. Desayunan palabras y regurgitan amor a raudales. Sentimos mucho la ausencia, pero la vida siempre da sorpresas.
¿Eins?

Sobre las animadoras

¿Quién no quiere salvar a una animadora?
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